Diseñan un pez con células de corazón humano que podría ser clave para desarrollar órganos artificiales

Isabel Hodge 14-02-2022
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El pez es totalmente autónomo y está construido a partir de células musculares cardíacas derivadas de células madre humanas. Además, proporciona datos idóneos para estudiar enfermedades cardíacas como la arritmia.


Investigadores de la Universidad de Harvard, en colaboración con científicos de la Universidad de Emory, han desarrollado el primer pez biohíbrido totalmente autónomo a partir de células musculares cardíacas derivadas de células madre humanas.

El pez artificial nada recreando las contracciones musculares de un corazón bombeando sangre, por lo que acerca un paso más al desarrollo de un bombeo muscular artificial más complejo y proporcionar una plataforma para estudiar enfermedades cardíacas como la arritmia.

El pez logra desplazarse debido a que se introduce en una solución de sal y glucosa, simulando la energía que bombea un corazón. Además, el equipo puede nadar durante 100 días y registrar 38 millones de latidos, lo que conlleva a estar en estudio durante un tiempo prolongado.

Los investigadores lograron la autonomía del pez, luego de colocar cardiomiocitos -células musculares responsables de las contracciones del corazón- en ambos lados de las aletas. Una contracción de un lado de la cola produce un estiramiento que se asemeja a la de un marcapasos, permitiendo el ritmo necesario para que el pez artificial pueda seguir nadando con el mismo movimiento que un corazón que late.

Según Sung-Jin Park, coautor principal del estudio, “esta nueva investigación proporciona un modelo para investigar la señalización mecanoeléctrica como objetivo terapéutico del control del ritmo cardíaco y para comprender la fisiopatología en las disfunciones del nódulo sinoauricular y la arritmia cardíaca“.

Por otro lado, Kit Parker autor principal del artículo, destacó que “nuestro objetivo final es construir un corazón artificial para reemplazar un corazón malformado en un niño”.

Park en la investigación destacó que la investigación aún es muy reciente para que sea una medida de implementación a corto plazo. Estiman que podría pasar otra década, al menos, antes de que los científicos puedan construir un músculo artificial que pueda reemplazar un corazón humano.