Científicos fabrican un implante de retina que entrega una visión artificial a quienes padecen ceguera
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Ingenieros de la Escuela Politécnica Federal de Lausana crearon esta moderna prótesis que posee más 10 mil electrodos, la cual funciona con lentes inteligentes equipados con cámara y un microordenador.
Por décadas, científicos de todo el mundo han buscado formas de curar la ceguera. Hoy, y gracias a la tecnología, un grupo de ingenieros de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) logró desarrollar un novedosa prótesis de retina, la cual podría restaurar parcialmente la visión.
El equipo de científicos suizos liderados por Diego Ghezzi, profesor de neuroingeniería de la EPFL, desarrolló este moderno implante con más 10 mil electrodos, el cual funciona gracias a unos lentes inteligentes equipados con una cámara y un microordenador.
“Nuestro sistema está diseñado para brindar a las personas ciegas una forma de visión artificial mediante el uso de electrodos para estimular las células de la retina“, detalló en un comunicado Ghezzi, quien desde el 2015 se encuentra trabajando en esta tecnología.
La cámara conectada al marco de los lentes captura imágenes y envía esa información a la microcomputadora, la cual convierte estos datos en señales luminosas. Luego, éstas se transmiten a los electrodos del implante que, a su vez, estimulan la retina.
El resultado es que la persona logra ver una versión simplificada de la imagen. Sin embargo, el principal inconveniente que esto representa es que el usuario debe aprender a interpretar estos puntos de luz mostrados para poder distinguir formas y objetos.
“Es como cuando miras las estrellas en el cielo nocturno: puedes aprender a reconocer constelaciones específicas. Los pacientes ciegos verían algo similar con nuestro sistema“, explicó Ghezzi sobre estos implantes que aún no han sido probados en humanos.
El equipo relató que, por el momento, no cuentan con la autorización para implantar el dispositivo en personas “ya que obtener la aprobación médica lleva mucho tiempo”. Mientras la esperan, decidieron probar su seguridad y efectividad usando un programa de realidad virtual.
La investigación completa fue publicada en la revista científica Communication Materials.