Científicos encuentran evidencia de que el SARS-CoV-2 infecta las células de la boca

En un estudio publicado en la revista Nature Medicine, los investigadores detallaron que estos nuevos descubrimientos sugieren que la boca, a través de estas células orales infectadas, juega un papel mucho más importante en la infección de lo que se pensaba.
Hasta la fecha ya se han registrado más de 126 millones de casos de personas con el nuevo coronavirus alrededor del mundo. A más de un año, los expertos continúan desentrañando nuevos misterios sobre esta enfermedad y el más reciente está asociado a la boca.
En un estudio publicado en la revista Nature Medicine, investigadores estadounidenses detallaron que el coronavirus SARS-CoV-2, que causa el COVID-19, infecta las células de la boca, incluidas las mejillas, encías y glándulas salivales.
Los expertos sospechan que la infección por SARS-CoV-2 en este lugar explica los síntomas orales que las personas han sufrido, tales como la pérdida del gusto, sequedad bucal y ampollas. Este hallazgo además sugiere que las pruebas de saliva serían casi tan confiables como las nasales para diagnosticar.
El equipo sostuvo que este descubrimiento apunta a la posibilidad de que la boca desempeñe un rol clave en la transmisión del coronavirus a los pulmones o al sistema digestivo a través de saliva cargada con virus de las células orales infectadas.
En su reporte, los especialistas mencionaron que no saben del todo de dónde proviene el SARS-CoV-2 en la saliva. Aunque señalaron que, en quienes tienen síntomas respiratorios, el virus en la saliva posiblemente proviene en parte del “drenaje nasal” o del esputo expulsado de los pulmones.
En personas con COVID-19 leve o asintomático, descubrieron que las células que se desprenden de la boca a la saliva contienen ARN del SARS-CoV-2, así como ARN para las proteínas de entrada. Los científicos señalaron que este fluido fue capaz de provocar la infección en células sanas.
Los investigadores explicaron que estos nuevos descubrimientos sugieren que la boca, a través de estas células orales infectadas, juega un papel mucho más importante en la infección por SARS-CoV-2 de lo que se pensaba anteriormente.
“Cuando se ingiere saliva infectada o se inhalan partículas diminutas de ella, creemos que potencialmente puede transmitir el SARS-CoV-2 a nuestra garganta, nuestros pulmones o incluso nuestras entrañas“, explicó Kevin M. Byrd, uno de los autores del estudio.