Estudio indica que una segunda dosis puede no ser necesaria en personas previamente infectadas

Futuro 360 11-03-2021
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El equipo del Hospital Monte Sinaí indicó que estos resultados eliminan la necesidad de administrar una segunda dosis (en personas positivas al virus) y de esta manera podría ayudar a aumentar la cantidad de suministros para que las vacunas puedan llegar a más personas.


El Hospital Monte Sinaí de Nueva York presentó un nuevo estudio en el que afirman que una sola inyección de una de las vacunas contra el COVID-19 autorizadas, puede ser suficiente para proporcionar un buen nivel de inmunidad a las personas que fueron infectadas por el virus previamente.

De esta manera, indican que se elimina la necesidad de aplicar una segunda dosis y ayuda aumentar la cantidad de suministros de vacunas que ya son muy limitadas.

El equipo médico publicó una carta para pedir el cambio en las políticas de salud, además explican que los efectos secundarios ligados a la segunda dosis es significativamente mayor en personas con inmunidad preexistente al SARS-CoV-2.

“Demostramos que la respuesta de anticuerpos a la primera dosis de vacuna en personas con inmunidad preexistente es igual o incluso superior a la respuesta en personas no infectadas después de la segunda dosis”, indicó la co-autora Viviana Simon, profesora de los Departamentos de Microbiología y Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai.

Para obtener estos resultados el equipo estudió a 109 personas con y sin inmunidad previa al SARS-CoV-2, donde identificaron que el primer grupo desarrolló anticuerpos a los pocos días de la primera dosis, con unas tasa 10 a 20 mayor en comparación a quienes no estaban infectados.

“Estos hallazgos sugieren que una sola dosis de vacuna provoca una respuesta inmune muy rápida en individuos que han dado positivo por COVID-19. De hecho, esa primera dosis se parece inmunológicamente a la (segunda) dosis de refuerzo en personas que no han sido infectadas”, comentó el Dr. Florian Krammer.

El equipo también investigó las reacciones adversas luego de la primera dosis de vacuna en el segundo grupo de 231 voluntarios, donde 83 habían dado positivo por COID-19 y el resto no.

Si bien las vacunas fueron generalmente bien toleradas, en ambos subgrupos se encontraron síntomas en el lugar de la inyección, como dolor, hinchazón y enrojecimiento de la piel.

Sin embargo, en los receptores con inmunidad preexistente, los efectos secundarios se produjeron con una frecuencia significativamente mayor, como fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, fiebre y dolor muscular o articular.

El estudio fue publicado en la revista The New England Journal of Medicine.