Prueba en ratones: Reprimir una proteína del estómago podría ayudar a regular la obesidad

Isabel Hodge 05-05-2021
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Investigadores de la Universidad de Indiana desactivaron una proteína secretada por el estómago y descubrió que reducía los niveles de grasa corporal en los animales, incluso, cuando eran alimentados con una dieta alta en grasas.


La obesidad es uno de los problemas de salud más urgentes de la actualidad, esto porque aumenta el riesgo de que una persona padezca enfermedades cardiovasculares, cáncer o diabetes.

En Chile, la Universidad de Chile señala que si bien este ha sido un problema en el país, ya que las últimas mediciones indican que 39% de la población mayor de 18 años tiene sobrepeso, cifra que debido a la pandemia por COVID-19 está aumentando.

Expertos han señalado que una dieta equilibrada y la realización de ejercicios de forma regular son los mejores tratamientos.

Para estudiar esta enfermedad, un equipo de investigadores de la Universidad de Indiana, en Estados Unidos, examinó los efectos de la proteína Gastrokine-1 (GKN1) en el microbioma.

La GKN1 se encuentra en grandes entidades en el estómago, debido a esto, el equipo planteó la hipótesis de que la proteína podría desempeñar un papel importante en la regulación de los microbios intestinales.

Para probar la premisa, utilizaron dos grupos de ratones, quienes comieron la misma dieta alta en grasas. Sin embargo, el primero poseía la proteína activada y el segundo, se suprimió la GNK1, para luego medir los siguientes marcadores:

  • Niveles de insulina y azúcar en la sangre
  • Grasa corporal
  • Gasto de energía e inflamación

Descubrieron que, a diferencia de los otros ratones a los que se les reprimió la proteína pesaban menos, tenían niveles más bajos de grasa corporal y poseían porcentajes más altos de masa magra.

Asimismo, resistieron al aumento de peso, tanto la acumulación de grasa corporal y la inflamación del hígado.

Sin embargo, en los ratones con niveles bajos de GKN1 identificaron un potencial problema, es que pese a no encontrar signos de cáncer u otro efecto secundario, podrían volverse más propensos a padecer cáncer gástrico en el futuro. 

Claramente, será necesario que el equipo realice más investigaciones entre los bajos niveles de GKN1 y el cáncer, antes de comenzar los ensayos en humanos. No obstante, dicen es el primer paso hacia posibles tratamientos para la obesidad y sus problemas de salud asociados.

La investigación fue publicada en la revista Scientific Reports.