La depresión y el estrés podrían afectar la eficacia de la vacuna contra el COVID-19

Futuro 360 15-01-2021
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Expertos de la Universidad Estatal de Ohio señalaron que los factores psicológicos podrían alargar la cantidad de tiempo que lleva desarrollar la inmunidad o acortar su duración. Sin embargo, sería posible reducir estos efectos negativos.


En Chile, hace un par de días llegó el tercer cargamento con vacunas contra el nuevo coronavirus, mientras los procesos de inoculación a la población ya se encuentran en marcha. Esto ha generado esperanzas respecto al anhelado fin de la pandemia.

Sin embargo, una nueva investigación de la Universidad Estatal de Ohio advirtió sobre ciertos factores que podrían debilitar el sistema inmunológico del cuerpo, afectando a su vez, la efectividad de ciertos tratamientos, incluidos el del COVID-19.

El estudio, que ya fue aceptado para su publicación en la revista Perspectives on Psychological Science, sugirió que la depresión, el estrés y la soledad pueden alterar la capacidad o rapidez de las personas de desarrollar una respuesta inmunitaria efectiva contra el virus.

Los expertos llamaron a la calma, ya que las vacunas que están en circulación tienen aproximadamente un 95% de efectividad. Pero, aún así, los factores psicológicos podrían alargar la cantidad de tiempo que lleva desarrollar la inmunidad o acortar su duración.

“El estudio arroja luz sobre la eficacia de la vacuna y sobre cómo los comportamientos de salud y factores de estrés emocional pueden alterar la capacidad de generar una respuesta”, aseguró Annelise Madison, autora principal del artículo, según consignó el portal EurekAlert.

Por malo que suene este hallazgo, lo investigadores detallaron que es posible reducir estos efectos negativos con acciones sencillas, tales como dormir bien o hacer ejercicio. “El problema es que la pandemia en sí misma podría estar amplificando estos factores de riesgo”, reconoció Madison.

Finalmente, la científica estadounidense sostuvo que esta información es un llamado a la acción y recalcó que “ahora es el momento de identificar a quienes corren el riesgo de tener una respuesta inmune deficiente e intervenir sobre estos factores”.