Estudio especifica quiénes tienen más probabilidades de desarrollar COVID-19 prolongado

Dentro de los datos destaca que los pacientes con niveles más altos de ARN de SARS-CoV-2 en la sangre durante un episodio de enfermedad aguda, tendrían más probabilidades de desarrollar COVID-19 prolongado, independiente de que tuvieran altos niveles de anticuerpos en su sistema.
Algunas personas que han superado el COVID-19 señalan que algunos síntomas de la enfermedad se han prolongado a lo largo del tiempo.
De hecho, el Dr. Gregory Poland destaca que “hay muchos informes respecto a gente que sufre prolongadamente de cansancio, dolor de cabeza, vértigo y, lo más interesante, dificultades cognitivas, pérdida del cabello, problemas cardíacos y menor resistencia cardiorrespiratoria”, lo que genera una nueva problemática ligada a contraer la enfermedad.
La primera investigación encontró que los pacientes con niveles más altos de ARN del SARS-CoV-2 en la sangre durante un episodio de enfermedad aguda, tenían más probabilidades de desarrollar COVID-19 prolongado. Lo llamativo es que estas personas tenían altos niveles de anticuerpos incluso pasados seis meses desde su infección inicial.
Otro de los hallazgos más curiosos fue la detección de una mayor actividad del virus Epstein-Barr (EBV) en la sangre de los pacientes que experimentaron COVID prolongado. Este tipo de infección es usual en adolescentes y puede estar latente en la mayoría de las personas por el resto de sus vidas.
Jim Heath, presidente del Instituto de Biología de Sistemas y coautor del estudio, dijo que este tipo de investigaciones sobre los primeros biomarcadores de COVID prolongado no solo ayudarán a identificar y tratar a los pacientes que experimentan una enfermedad persistente, sino que también deberían arrojar datos sobre otros síndromes post virales.
El segundo estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Zúrich, siguió durante un año a cien personas contagiadas de COVID-19. Cerca de la mitad de los casos de COVID fueron leves, pero el 82% de las personas en un estado grave experimentaron síntomas prolongados y persistentes.
Para este estudio se creó un modelo que combinó los niveles de biomarcadores sanguíneos con la edad, antecedentes de asma y la presencia de cinco síntomas clave durante la primera semana de enfermedad como fiebre, fatiga, tos, dificultad para respirar y síntomas gastrointestinales.
Los resultados arrojaron que niveles bajos de inmunoglobulina M (IgM) e inmunoglobulina G3 (IgG3) durante la infección primaria se correlacionaron con una mayor probabilidad de COVID prolongado.
Detectar tempranamente el COVID prolongado puede ser de ayuda para probar nuevos tratamientos y evitar que esto afecte la vida de las personas, en especial su salud.