¡Revolución médica! Biotinta permite que órganos impresos en 3D puedan almacenarse congelados

Isabel Hodge 23-12-2021
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Esta nueva biotinta experimental permite almacenar los tejidos y órganos bioimpresos en un estado congelado durante 10 meses. Su desarrollo es un gran avance, ya que los materiales impresos tradicionales poseen una vida útil muy corta, en cambio ahora se verá ampliamente extendida y podrá llegar a más pacientes.


La impresión de tejidos y órganos en 3D ha revolucionado la medicina, puesto que representa una novedosa alternativa para la baja tasa de donantes de órganos. Sin embargo, al ser compatible con el cuerpo humano, el material utilizado solo dura unas pocas horas o días luego de ser creado.

Esto provoca que las operaciones deban ser programas hasta el último detalle. De cometer un error o si el paciente se agrava o se reagenda la cirugía, se termina perdiendo este preciado tejido u órgano.

Como una forma de mitigar esta pequeña ventana de tiempo, investigadores del Brigham and Women’s Hospital -afiliado a la Universidad de Harvard-, en Reino Unido, crearon una biotinta congelable.

A partir de esta nueva biotinta, los tejidos hechos en 3D no solo podrán mantenerse congelados durante aproximadamente 10 meses, sino que también se podrán descongelar y estar listos para utilizarse en cuestión de minutos.

En pruebas de laboratorio, lograron almacenar el tejido durante tres meses a -196 ºC. Cuando fue descongelado en un líquido cálido, las células continuaron siendo viables.

¿De qué está hecho?

Crédito: Universidad de Harvard

En el estudio, publicado en la revista Matter, detallan que posee una matriz de gelatina similar al un andamio incrustado a células vivas, pero lo ingredientes especiales que provocan esta gran diferencia son los agentes criopreservativos (consistentes en el medicamento farmacéutico dimetilsulfóxida DMSO y azúcar maltosa), los cuales previenen un choque osmótico y limitan la formación de cristales de hielo, unos que terminan dañando la membrana celular.

El filamento de biotinta se congela a los milisegundos de alcanzar la placa fría, por lo que no tiene tiempo para perder su forma original. Luego puedes construir capas una encima de la otra, creando finalmente una estructura 3D independiente que puede soportar su propio peso”, detalló el Prof. Yu Shrike Zhang, autor del estudio, en un comunicado.