Científicos aseguran que el cannabis podría ayudar llevar un envejecimiento más saludable


Una revisión de investigaciones destaca señales positivas de los cannabinoides para un envejecimiento saludable, aunque advierte que los resultados en humanos son preliminares y mixedos.
Un nuevo análisis científico sugirió que los compuestos del cannabis, como el CBD y el THC, mostraron potencial para favorecer un envejecimiento saludable, aunque los investigadores enfatizaron la necesidad de estudios más profundos. La investigación, una revisión de 18 estudios publicados entre 2008 y 2023, encontró evidencia sólida de efectos antienvejecimiento en modelos animales, pero resultados más variables en participantes humanos.
El equipo del Reino Unido investigó cómo estos cannabinoides podrían mitigar el deterioro relacionado con la edad y promover el bienestar en poblaciones mayores. Los datos preclínicos fueron alentadores: en animales, las dosis de cannabis se vincularon con una mayor longevidad, una mejor capacidad de aprendizaje y una marcada reducción de la inflamación. “Las estadísticas son ‘prometedoras’ en términos de cómo el cannabis puede reducir la inflamación y proteger el cerebro”, señalaron los investigadores.
Resultados que exigen prudencia
Sin embargo, el panorama en humanos resultó menos claro. Mientras algunos estudios asociaron el cannabis con una protección contra el deterioro cognitivo, otros documentaron un efecto perjudicial sobre la función de la memoria. Esta contradicción llevó a los científicos a advertir contra cualquier exageración de los hallazgos positivos.
Subrayaron que un envejecimiento saludable depende de múltiples factores, como la dieta, el ejercicio y el sueño. “Mantener un estilo de vida saludable (…) sigue siendo crucial para promover un envejecimiento saludable”, escribió el equipo.
Investigando hacia futuro
La revisión, publicada en el Journal of Cannabis Research, identificó una brecha crítica en el conocimiento actual. Los científicos insistieron en la urgencia de realizar investigaciones más amplias y prolongadas en humanos para establecer vínculos causales claros y entender cómo la dosis, la frecuencia de uso y las condiciones de salud individuales influyen en los resultados.
Con una población global que envejece, explorar intervenciones para una vida larga y saludable se volvió imperativo, y el cannabis, con un uso medicinal en ascenso, podría ser una área válida para seguir investigando, aunque con extrema cautela.