Aumento en plagas de ratas: Otra consecuencia inesperada de la crisis climática
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Un estudio revela que el calentamiento global y los inviernos más cálidos favorecen la proliferación de roedores, generando riesgos para la infraestructura y la salud pública en áreas urbanas.
(CNN) - El cambio climático no solo afecta los ecosistemas naturales, sino que también está impulsando un aumento alarmante de la población de ratas en las ciudades, según un estudio publicado en la revista Science Advances. Investigadores analizaron datos de 16 ciudades, incluyendo Washington D.C., Nueva York y Ámsterdam, y encontraron que 11 de ellas experimentaron un crecimiento significativo en la población de ratas, con la capital estadounidense a la cabeza.
"El aumento de las temperaturas promedio es el factor más determinante", explicó Jonathan Richardson, profesor de biología en la Universidad de Richmond y autor principal del estudio. Los inviernos más cálidos permiten a las ratas extender su temporada reproductiva y pasar más tiempo buscando alimento, mientras que el calor intensifica los olores de basura y comida, atrayendo a estos roedores.
Un problema de infraestructura y salud pública
Las ratas no solo son una molestia, sino que representan un grave riesgo para la infraestructura y la salud pública. Estos roedores dañan edificios, contaminan alimentos y pueden provocar incendios al roer cables eléctricos. En Estados Unidos, causan pérdidas anuales estimadas en 27 mil millones de dólares. Además, son portadoras de más de 50 patógenos peligrosos, como la leptospirosis, que puede ser mortal si no se trata.
"Las ratas también afectan negativamente la salud mental de las personas que viven en áreas infestadas", agregó Richardson.
Washington D.C., la ciudad más afectada
Washington D.C. registró el mayor aumento de población de ratas, superando incluso a Nueva York. Gerard Brown, director del programa de control de roedores en la capital, señaló que el problema se agravó con el año más caluroso registrado en la ciudad. "Las bajas temperaturas invernales pueden actuar como un exterminador natural", dijo Brown, quien espera que las recientes olas de frío ayuden a reducir la población.
Aunque la ciudad intentó un programa de control de natalidad para ratas, este fue abandonado debido a la dificultad de garantizar que los roedores consumieran diariamente el anticonceptivo líquido.
Estrategias para combatir la plaga
El estudio destaca la necesidad de mejorar las estrategias de control de plagas. Ciudades como Nueva Orleans, Louisville y Tokio lograron reducir su población de ratas mediante campañas educativas y el acceso a recursos municipales. Richardson recomienda eliminar el acceso de las ratas a fuentes de alimento y refugio, en lugar de depender de métodos de exterminio convencionales.
"Nadie espera erradicar por completo a las ratas, pero sí podemos reducirlas a un nivel manejable", concluyó Richardson. Sin una acción efectiva, el problema solo empeorará, afectando aún más la calidad de vida en las ciudades.