Aumento del cáncer de garganta: ¿El sexo oral como posible detonante?


El incremento del cáncer orofaríngeo en Occidente, relacionado con el virus del papiloma humano (VPH), plantea nuevos desafíos en materia de salud pública y vacunación.
En las últimas dos décadas, Occidente ha sido testigo de un aumento preocupante en el cáncer de garganta, especialmente el cáncer orofaríngeo, que afecta las amígdalas y la parte posterior de la garganta.
Este tipo de cáncer ha sido relacionado principalmente con el virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual también conocida por su asociación con el cáncer cervical.
Actualmente, el cáncer orofaríngeo ha superado al cáncer cervical en prevalencia en países como Estados Unidos y Reino Unido, lo que ha llevado a algunos expertos a clasificar este aumento como una epidemia.
La causa principal parece estar vinculada a las prácticas sexuales, específicamente el sexo oral. Según un estudio, analizado por HIsham Mehanna para The Conversation, las personas con seis o más parejas sexuales en prácticas de sexo oral tienen 8.5 veces más probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer.
El papel de la vacunación en la prevención del cáncer orofaríngeo
A pesar de la prevalencia del sexo oral, solo una pequeña fracción de las personas expuestas al VPH desarrollan cáncer. La teoría predominante sugiere que la mayoría de las personas infectadas por el VPH logran eliminar el virus de su organismo, mientras que una minoría no lo consigue, posiblemente debido a deficiencias en su sistema inmunológico.
En estos casos, el virus puede replicarse y eventualmente integrarse en el ADN del huésped, lo que podría desencadenar la formación de células cancerosas.
La vacunación contra el VPH, implementada en muchas naciones para prevenir el cáncer cervical en mujeres jóvenes, ha mostrado indicios de ser efectiva también en la prevención de infecciones orales por VPH.
Sin embargo, la cobertura vacunal ha enfrentado obstáculos, entre ellos la pandemia de coronavirus, que interrumpió programas de vacunación en adolescentes, y el creciente escepticismo hacia las vacunas.
En respuesta a estos desafíos, varios países han adoptado políticas de vacunación de género neutro, extendiendo la protección a los jóvenes varones para frenar la propagación del VPH y reducir el riesgo de cáncer orofaríngeo.
Los expertos creen que, con una cobertura vacunal superior al 85 % en niñas, los varones también podrían beneficiarse de la inmunidad de rebaño, lo que podría disminuir la incidencia de esta enfermedad. Sin embargo, lograr este nivel de protección sigue siendo un reto.