Aumentan probabilidades de que "asteroide asesino de ciudades" choque con la Tierra: Revelan donde podría caer


Un asteroide de entre 40 y 90 metros de diámetro podría impactar la Tierra en 2032, con una probabilidad del 3,1 %. Aunque los expertos descartan el pánico, la comunidad científica monitorea de cerca su trayectoria.
El asteroide 2024 YR4, detectado por primera vez en diciembre de 2023, se ha convertido en el objeto espacial más amenazante registrado por los pronósticos modernos. Con una probabilidad de impacto del 3,1 % el 22 de diciembre de 2032, los astrónomos aseguran que no hay motivo de alarma, pero siguen su evolución con atención.
"No estoy entrando en pánico", afirmó Bruce Betts, científico jefe de la Planetary Society. Aunque las probabilidades han aumentado, es probable que caigan a cero a medida que se recopilen más datos. El Telescopio Espacial James Webb jugará un papel clave en marzo, cuando observe el asteroide para precisar su trayectoria.
Un "asesino de ciudades", no de planetas
Clasificado como un "asesino de ciudades", 2024 YR4 no representa una amenaza global, pero podría causar destrucción significativa si impacta. Su velocidad, estimada en casi 64.000 km/h, lo hace especialmente peligroso. En el peor de los casos, explosionaría en el aire, liberando una energía equivalente a ocho megatones de TNT, más de 500 veces la bomba de Hiroshima.
El posible corredor de impacto incluye el Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el Atlántico, África, la Península Arábiga y el sur de Asia. Sin embargo, según reporta ScienceAlert, los expertos enfatizan que es demasiado pronto para considerar medidas drásticas como la reubicación.
Tiempo para actuar
La misión DART de la NASA en 2022 demostró que es posible alterar la trayectoria de un asteroide. Otras opciones incluyen láseres, gravedad artificial o explosiones nucleares como último recurso. Aunque el riesgo actual es bajo, la comunidad científica global está preparada para actuar si es necesario.
Mientras tanto, 2024 YR4 sigue siendo un recordatorio de la importancia de monitorear el espacio y desarrollar tecnologías para proteger nuestro planeta.