Aumenta la turbulencia aérea por culpa de la crisis climática: Conoce las rutas peligrosas según expertos

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José Ferrada 07-08-2025

Incendentes recientes evidencian el riesgo creciente de la turbulencia severa, impulsada por montañas, corrientes de chorro y el calentamiento global, con rutas clave identificadas como las más afectadas.


(CNN) - Un vuelo de Delta de Salt Lake City a Ámsterdam sufrió una sacudida violenta la semana pasada, obligando a un aterrizaje de emergencia en Minneapolis y hospitalizando a 25 personas. Este incidente se sumó a una serie de eventos recientes, incluida la muerte de un pasajero por un infarto durante una turbulencia extrema en un vuelo Londres-Singapur el año pasado.


La turbulencia, causada por disturbios atmosféricos, es uno de los fenómenos meteorológicos más impredecibles. Montañas como los Andes o el Himalaya actúan como enormes obstáculos, generando ondas de aire que al romperse provocan turbulencia severa. Tormentas y, especialmente, la turbulencia en aire claro (CAT) cerca de corrientes de chorro, añaden peligro por su dificultad para detectarse.


Las rutas más agitadas del mundo


Según análisis de más de 10,000 rutas por Turbli, usando datos de la NOAA y la Oficina Meteorológica del Reino Unido, la ruta más turbulenta del planeta es el corto trayecto de 120 millas entre Mendoza (Argentina) y Santiago (Chile), sobre los Andes. En Asia, el vuelo Natori-Tokoname (Japón) lidera la lista debido a una corriente en chorro excepcionalmente fuerte, alimentada por el choque del aire frío siberiano con corrientes cálidas del Pacífico.

En Estados Unidos, los vuelos que cruzan las Montañas Rocosas hacia o desde Denver y Salt Lake City son los más turbulentos. En Europa, los Alpes generan turbulencia en rutas entre Francia, Italia y Suiza.


El cambio climático agrava la amenaza. Estudios muestran que el calentamiento aumenta las diferencias de temperatura en la atmósfera superior, volviendo los vientos más volátiles. La turbulencia severa en aire claro sobre el Atlántico Norte —crucial para vuelos entre América del Norte y Europa— aumentó un 55% entre 1979 y 2020. Se proyecta que la turbulencia con potencial de causar lesiones se duplique o triplique globalmente para fines de siglo.


Aunque los aviones evitan activamente tormentas usando radares, y los aviones están diseñados para soportar turbulencias, los expertos enfatizan que abrocharse el cinturón es la medida más efectiva para prevenir lesiones graves. Pese a los avances en pronósticos (ahora precisos en un 75%), el crecimiento de la aviación y la atmósfera cambiante auguran viajes más agitados en las rutas más concurridas.