Alimentos ultraprocesados duplican dificultad para perder peso, revela estudio pionero


Investigación de University College London demuestra que quienes cocinan desde cero pierden el doble de peso que quienes consumen productos industriales, incluso con igual valor nutricional.
Un ensayo clínico publicado en Nature Medicine proporcionó la primera evidencia contundente sobre el impacto de los alimentos ultraprocesados (AUP) en el control de peso. Durante ocho semanas, 55 adultos con obesidad siguieron dos dietas isocalóricas: una basada en AUP como lasaña preparada y otra con ingredientes mínimamente procesados como avena y yogur natural. Los resultados fueron contundentes: el grupo que comió alimentos naturales perdió el doble de peso (2% vs 1%) y redujo más grasa corporal.
Mecanismos ocultos detrás del efecto
El Dr. Samuel Dicken, autor principal del estudio, explicó que los AUP "facilitan el consumo excesivo" debido a su textura blanda y alta densidad calórica, según reportó The Guardian. Los participantes que siguieron la dieta natural también reportaron menos antojos y mayor capacidad para controlarlos, pese a consumir 290 calorías menos diarias versus 120 en el grupo de AUP.
Chris van Tulleken, coautor del libro Ultra-Processed People, destacó que estos hallazgos exigen cambios en políticas públicas: "Debemos dejar de culpar a los individuos y regular a las multinacionales alimentarias".
Implicaciones para la salud pública
El estudio reveló que, extrapolando los resultados a un año, una dieta basada en alimentos naturales podría generar pérdidas del 13% de peso en hombres y 9% en mujeres. Sin embargo, el Dr. Adrian Brown alertó sobre la barrera económica: "La comida saludable cuesta hasta el doble que la ultraprocesada".
La Soil Association criticó décadas de políticas que equipararon nutricionalmente ambos tipos de alimentos, mientras el gobierno británico anunció nuevas investigaciones sobre el tema.
Expertos urgieron implementar etiquetas de advertencia, impuestos a AUP y subsidios para alimentos frescos. Paralelamente, el sistema de salud británico reforzará el seguimiento a pacientes que completan tratamientos contra la obesidad, para evitar el rebote de peso.